PH: Pobre Hamlet

En un PH de Almagro, donde la humedad es parte del elenco y los pasillos huelen a tofu y teatro independiente, un grupo de vecinos desesperados intenta evitar el desalojo. La matriarca Amanda, su hijo Jami (una especie de Hamlet enfermero que canaliza venas y conflictos existenciales), una directora teatral colapsada, dos hermanas en eterna competencia, una iluminadora embarazada, un tío vegano con planes turbios y un fantasma que añora las milanesas, conviven entre facturas impagas, ensayos accidentados y frases shakesperianas pasadas por la calle Corrientes.

“Pobre Hamlet” es una comedia coral y disparatada que reversiona la tragedia del príncipe danés en clave de consorcio porteño. Entre rejillas tapadas de purpurina, luces estroboscópicas y fantasmas que no mueren con Raid, se despliega una obra dentro de la obra donde cada personaje pone el cuerpo —y el alquiler— para salvar su lugar en el mundo. ¿Será el teatro la salvación o la excusa perfecta para hundirse todos juntos?